El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 23 de enero de 2015

18ª.- Las vivencias de la libertad

Las verdades que no tengo
La redacción del blog
Este blog de la mano del escritor, pensador y vividor Raúl Rodríguez semanalmente tiene una entrada  bajo el paraguas “Las verdades que no tengo” incluidas en uno de sus libros, que al final de este periplo desvelaremos para todos nuestros internautas; no pretendo –dice el autor– inculcar verdades, que por otro lado no las tengo, más bien me gustaría que cada cual aprenda a descubrir las suyas.
La redacción de este blog se ha permitido espigar dentro de las vivencias de Rául  y hoy nos situamos en sus vivencias de la libertad.

– Rául, ¿podemos los humanos vivir libres y no condicionados?
– Para eso tenemos que tener esto muy presente: el yo es pura ilusión, pura construcción mental.. El yo no somos nosotros. La mente no somos nosotros.
– ¿Cuál es el camino para liberarse?
– Nos vamos liberando a medida que dejamos de identificarnos con los pensamientos que proyectamos. Ahí es donde construimos nuestra libertad.
– ¿Cómo se sabe si un ser humano es libre?
– Cuando no tiene que demostrar nada a nadie. Un ser humano libre no hace ostentación de su libertad, porque sabe que esa libertad no es suya. La libertad no es un logro humano. Es silencio.
– ¿Silencio?
– La libertad irrumpe en nosotros cuando queda liberada de todos los conceptos, de todas las palabras, de todas las heridas, de  todos los sueños. Cuando nos quedamos en silencio somos libres. Si quieres ser libre tienes que ser como la nada.

Tenemos 9 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Necesitamos libros libres, y lo celebramos cuando nace uno de ellos.

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  2. "Nos vamos liberando a medida que dejamos de identificarnos con los pensamientos que proyectamos. Ahí es donde construimos nuestra libertad".

    Gracias.

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  3. Agradecido de nuevo, Raúl.

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  4. Raúl, ¿por qué es tan valioso el silencio del que tú frecuentemente hablas?

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    1. Si yo fuera un pez, el silencio es para mí el agua. Este pez que soy no puede vivir si no es dentro de ese agua de silencio.

      SIlencio para mí es hablar lo justo, nunca en demasía.
      Silencio es para mí contener los propios sentidos, aquilatarlos.
      SIlencio mientras trabajo.

      Silencio es también para mí silenciar la memoria, así como la imaginación.

      Es muy importante para mí, y es algo en lo que a diario me esfuerzo, introducir silencio en esos diálogos mentales que nos desgastan el cerebro y el corazón.

      SIlencio en los razona-mientos.
      Silencio en las opiniones.

      Silencio.
      Siempre SIlencio.

      Un abrazo de este pez de nombre Raúl.

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    2. A lo que llamamos Silencio no es otra cosa que la unión del Alma con Dios.

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  5. Eres libre cuando no necesitas demostrar nada a nadie. Estoy de acuerdo. Pero, cuidado, ¿no se corre el riesgo de caer en el pasotismo, en el todo me da igual, en el que solo me preocupa lo mío? Otetipe

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    1. Si un día ves que ya no tienes que demostrar nada a nadie, entonces se hace la paz en tu interior y seguramente se hace la paz también con todo lo que te rodea. Una persona que ya no tiene que demostrar nada a nadie, es alguien completamente implicado en la vida, pero no implicado como hacen los militantes políticos, no, la implicación de esa persona consiste en saber que hagas lo que hagas la vida va a estar siempre de tu lado y tú estarás también del lado del la vida. Ese es el tesoro del que despierta.

      Un abrazo.

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  6. Vive en la verdadera inocencia el que no vive afectado por lo que se diga de él: los insultos no le hacen mella, los halagos tampoco.

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