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pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 21 de enero de 2015

Educar para
«ser-teniendo»

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Del Monasterio de Samos.
Entre el ser y el tener existe una tercera vía: ser-teniendo. Ahí radica la auténtica seguridad y felicidad. He aquí algunas claves para conseguirlo:
Evitar la represión: hay que favorecer la actualización de la parte instintiva del niño (el amor y la agresividad), y nunca pretender someterlo o ahogarlo. Siempre es más sano expresar el sentimiento (aunque sea negativo: rencor, celos, etc.) que ocultarlo. El niño debe encontrar un clima donde se permita sentir y expresar con la palabra las emociones más perversas. Un buen lema sería: se permite sentir y expresarlo con la palabra. Por ejemplo, las vivencias agresivas no se pueden llevar a la práctica, pero sí se pueden expresar y contar.
Educar teniendo en cuenta al otro: el niño debe aprender de forma teórica y vivencialmente que no es el ombligo del mundo, que no está sólo. Las necesidades de los otros, y sus deseos, son el contrapunto de sus inclinaciones y proyectos. Ser adulto  es tener en cuenta al otro y sus necesidades. La posición de Tener está centrada en uno mismo. Gira en torno a las propias necesidades: primero yo, después yo y yo…Poner el punto de mira en los otros es una forma de relativizar el poseer. Es una forma de vencer el narcisismo patológico que lleva al consumismo. 
Desear no es sinónimo de conseguir: a veces, para que el niño valore lo que tiene será preciso dilatar un poco su  posesión. En el mundo infantil desear una cosa es conseguirla: si quiero un juguete lo tengo, si deseo unos patines lo consigo. El mundo adulto tiene otras reglas y a veces el deseo no se hace realidad. El niño deberá aprender a soportar las contrariedades, pues de mayor no todos sus sueños se harán realidad.
Sublimar: los instintos más negativos (el odio, la agresividad, la envidia, etc.) deben transformarse a través del arte, el deporte o la cultura. Siempre toda energía negativa se pude canalizar hacia metas más sanas y constructivas. Un ejemplo lo tenemos en los cirujanos y en los carniceros: han transformado su carga de agresividad en beneficio para los demás y para ellos mismos. Lo malo no es sentir; lo pernicioso es utilizar las emociones negativas en contra de los demás.  
Educar en valores: lo importante no es la fachada sino lo que está dentro. Debemos esforzarnos por ir robusteciendo en lo más jóvenes lo que son, no lo que tienen. Así los valores de la solidaridad, el compromiso, la honradez, la tolerancia, por ejemplo están por encima de poseer un coche último modelo o comprarse unas zapatillas de marca. Lo primero es lo esencial, lo segundo es lo accidental.
Favorecer la autoestima y la valoración de sí mismo: apoyándonos en las  propias capacidades del niño (honradez, solidaridad, generosidad, etc.) y no en lo que posee o por sus resultados (las buenas notas), ayudaremos a que de valor a lo verdaderamente lo tiene: el Ser. Hay que primar el Ser, sobre el Tener, para que de adultos puedan disfrutar de forma correcta de su  Tener (riqueza, posesiones, etc.). De esta forma habrán conseguido unir los dos términos de la disyuntiva: ser-teniendo.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Pregunta al psiquiatra: ¿cómo actuar ante una rabieta del niño?. ¿Cómo actuar ante una rabieta de un adolescente?. ¿Cómo actuar ante una rabieta del adulto?.

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  2. Que importante es que el niño desde su más tierna infancia le dejen manifestar sus emociones, que no le sean reprimidas y enseñarle a canalizarlas. Para Marian por la experiencia de su vida le es mucho más importante el SER que el TENER.

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  3. Educar en el ser sabiendo que es necesario tener. Acierto. Saber valorar hasta donde ese tener. Otetipe

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