El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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jueves, 8 de enero de 2015

Mentiras

Conversaciones con mi mente
M.ª José Calvo Brasa


Me mintió enseñándome el camino hacia un país de hadas que en realidad no existía. Le mentí garantizándole que el dichoso país de hadas no era tan importante para mi, y que incluso podía vivir sin él. Me mintió sabiendo que su mentira, una vez descubierta, era lacerante y mortal como la punta de una lanza. Le mentí sabiendo que ansiaba encontrarme, al final del camino un palacio de ensueño habitado por reyes y reinas de cuento; sabiendo que no aceptaría la realidad de un falso cuento.
Su mentira se desveló primero, (quizá ya conociera la mía), con lo que, indignada y furiosa, pude clamar a los cuatro vientos el dolor de la ofensa, mientras, sin darme cuenta, la mentira dejaba tras de sí el vacío de una persona perdida, pero nunca olvidada. No se si con inocencia o con petulancia, aseguré mi perdón generoso por el engaño, así como mi deseo de tenderle la alfombra roja si rectificaba y daba muestras del debido arrepentimiento. ¡OH, que generosa y amable me siento! ¡Puedo perdonar a una persona ruin y mentirosa que me engañó prometiéndome un país de hadas, tan bello como inexistente!... Lástima que yo también le mintiera asegurándole que habitaría cualquier reino, por simple y mísero que fuera… ¡Mentira!... ¡Mentira!
Qué fácil es perdonar de boquilla. Qué fácil es tenderle la mano a una persona que si volviera sin el oropel prometido, recibiría mi puerta en sus narices, o mi gentil acompañamiento hasta la salida. Qué fácil es acusar a otros de mentirosos; como si yo fuera completamente inocente, tras asegurar que aceptaría lo que no acepto nunca; como si yo no fuera capaz de usar su mentira para salvar mi propio cuello.
Quizá la verdad desnuda duela y canse, pero al menos no provoca la desolación y pérdida que cualquier mentira, por muy piadosa que sea, acaba generando.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. mE GUSTA ESta invitación a poner nuestras mentiras y nuestras verdades encima de la mesa y encararlas, afrontarlas. celebro estos pasos adelante

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  2. Huyo de las mentiras, me apunto a la verdad pero dicha con empatía...porque la ternura es muy importante en la comunicación. Otetipe

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  3. La persona mentirosa para Pepi es una persona tóxica; que no solo se daña así misma, si no inclusive a las personas que mienten, y pueden hacer que pierdan la confianza en él o en ella.

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