El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 18 de diciembre de 2012

EL IMPERIO DEL MIEDO


El miedo al vacío

En cierta ocasión Deseo y Entusiasmo se reunieron en el Gran Salón del Palacio de la Mente para charlar sobre sus cosas. Deseo tenía muchos planes, muchas ideas, muchos sueños y se los contaba emocionado a Entusiasmo, desgranando todos los detalles. Entusiasmo escuchaba emocionado y aplaudía cada palabra de Deseo, animándole a poner en práctica cada uno de esos planes. Incluso se ofreció a ayudarle y a acompañarle.

Se emocionaron tanto hablando que, literalmente, saltaron de sus sillas para correr a poner en práctica tantísimos planes. Mientras corrían por los largos pasillos del Palacio de la Mente, reían y se contaban una y otra vez lo que harían en cuanto salieran del Palacio: primero esto, después lo otro, luego vendría lo de más allá… Serían geniales, grandes, poderosos, libres, felices…

¡Tantas alegrías!, ¡tantos planes!, ¡tantas ideas!... Tanta emoción que no se percataron de la presencia de una inmensa sombra negra que tapaba la gran puerta de salida del Palacio. Casi se dieron de bruces contra el oscuro personaje antes de llegar a verlo. Entusiasmo y Deseo se quedaron petrificados. Ninguno de los dos osó decir una sola palabra. No hizo falta. El siniestro ser alzó la voz, una voz potente, dura, fría y terrible, que retumbó en las paredes del Palacio, amenazando con tumbarlas.

-¡¿Dónde creéis que vais?!

Deseo y Entusiasmo no osaron contestar. Se agazaparon, sumamente asustados y dejaron caer la mirada hasta el suelo.

-¡Volved a vuestros aposentos ahora mismo!

Por fin, Deseo se atrevió a balbucear unas breves palabras, para intentar justificar ante aquel oscuro y enorme ser, la algarabía de antes. Pero El Miedo, que ese era el nombre del terrible personaje no le dejó apenas abrir la boca.

-¡Basta! –Gritó con una fiereza que tumbó en el suelo literalmente a Deseo y a Entusiasmo.- ¡Aquí se hace lo que yo digo y nadie se mueve de este Palacio! ¡Volved a vuestros aposentos y olvidaros de una vez de fantasías y sueños inservibles! ¡¡Fuera de aquí!!

Cabizbajos, tristes y derrotados, Entusiasmo y Deseo se dieron la vuelta y, arrastrando los pies, se encaminaron hacia los minúsculos cubículos en los que se desarrollaban sus tristes existencias, siempre vigilados y controlados por Miedo. No había nada que hacer, pensaban mientras arrastraban cansinamente sus derrotados pies, El Miedo es muy poderoso. Es el amo y señor del Palacio de la Mente. Tiene una enorme fuerza y un ejército invencible al que no se puede hacer frente. Con sus capitanes, La Duda, La Ignorancia, El Terror, La Culpa, El Odio, la Tristeza y otros muchos, su fuerza era tan formidable que cualquiera que se opusiera a él no podía más que fracasar.

Pero entonces, cuando ya estaban a punto de separarse para entrar cada uno en su cubículo, alguien les detuvo. Era una imagen banca, liviana, sonriente y llena de luz: Esperanza.

-¿Qué os pasa, amigos? –Les preguntó con su iluminado y feliz rostro.

Los derrotados y tristes Deseo y Entusiasmo le contaron de forma apagada y monótona lo que les acaba de suceder. Esperanza les escuchó en silencio y sin perder ni su sonrisa ni su luminosidad.

-El Miedo es un enemigo formidable, sí. –Comenzó a decirles en cuanto acabaron.- Vosotros solos no podéis hacer nada contra él, pero podemos buscar ayuda…

¿Ayuda? Una palabra mágica que pareció hacer renacer a Deseo y Entusiasmo. Volvieron a animarse y escucharon con mayor atención la Esperanza.

-Necesitamos a Inteligencia, a Paciencia, a Confianza, a Alegría, a Sabiduría y a Fe. Si logramos ponernos todos de acuerdo y actuar juntos despertaremos al verdadero soberano de este reino Amor. Miedo no puede nada contra él, y cualquier cosa que Amor decida, será posible.

De esta manera, se fueron los tres juntos para seguir desarrollando sus planes y lograr que al fin, con aquella formidable ayuda, que los proyectos de Deseo se convirtieran en una realidad.

María José Calvo Brasa, participante en GDP Autoestima

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Mª José, maravilloso "cuento", muy bien redactado y con "mucho fondo". Los DIRECTORES del blog tienen que estar contigo encantados al tener una nueva redactora.

    El Miedo nos paraliza, nos anula.. por eso cuando en la vida se nos presentan problemas de cuaquier tipo, siempre debemos de OCUPARNOS a resolverlos; ésto nos ayuda a conocernos, a crecer, a tener más confianza en nosotros, y aumentará el deseo, el entusiasmo para disfrutar de la vida con todo lo que nos ofrece; rompiedo límites y barreras, y en nuestro interior crecerá la alegria, felicidad, paz... y por consiguiente llegaremos a ser personas auténticas, reconociendo nuestros defectos y virtudes.

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  2. El comentario de las 9:35 es el de PEPI.

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  3. Deseo, Entusiasmo, Esperanza, Inteligencia, Paciencia, Confianza, Alegría, Sabiduría, Fe... Me apunto.
    Garcias María José.
    Ha sido una alegría compartir contigo 12 semanas de encuentros intensos, profundos, sinceros y en palabras de Fernando, honestos, muy honestos..

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  4. Preciosísimo!qué buen cuento para esta época y para todas las épocas de la vida.
    Un abrazo.

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  5. No reconozco a los personajes del cuento, porque el Deseo y el Entusiasmo que yo conozco, cuando son de verdad no se detienen ante el miedo.

    1º- El Entusiasmo y el Deseo no van cabizbajos, tristes y derrotados, "no se arrastran", ni arrastran sus pies, porque son Entusiasmo y Deseo y ambos no pueden ser derrotados por el miedo, porque son dos y el miedo es uno y donde hay unión hay fuerza y en la fuerza está el éxito y la salida.

    Vosotros solos no podéis hacer nada contra él, dice el cuento, y yo creo que donde hay dos no hay tal soledad, y más cuando hay una unión tan placentera: los dos se animan, se acompañan, se apoyan uno en el otro y el otro en uno, hay una reciprocidad maravillosa entre ellos.

    2º- Me parece que se está restando fuerza a Entusiasmo y Deseo. Desde mi punto de vista Entusiasmo y Deseo sí pueden contra el miedo y con la fuerza que yo les veo no se hubieran percatado de que el miedo estaba en su camino; para mí SON EN SÍ MISMOS UNA ESPERANZA TOTAL.

    Entusiasmo es la esperanza de Deseo y Deseo lo es de Entusiasmo y ahí tienen la confianza, la ALEGRÍA y la sabiduría, vamos que si me dejáis deshago el cuento y lo rehago de nuevo, pero con alegría desde el principio.

    Me quedo con estas palabras del relato:
    Entusiasmo y Deseo (eran) SON geniales, grandes, poderosos, LIBRES Y FELICES.

    Hipálage

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