El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 15 de diciembre de 2012

SI....


En Villagarcía a carcajadas

Si…

Las palabras están ya muy gastadas, se han reutilizado demasiadas veces para envolver el vacío o rellenar fosas llenas de patrañas, pero, en ocasiones, cuando caen en manos de alquimistas con un don para extraer de ellas su esencia y su verdad y su belleza, se funden dos o tres o cuatro o diez que nunca se habían visto antes y se produce un chispazo en una línea o un párrafo o una hoja o un libro que ilumina una página, un instante, una vida. Tu vida, la mía, la nuestra.

Hay enfermedades (o como se quieran llamar, el diccionario no siempre es suficiente) que precisan de una cura pedagógica más que médica. Enfermedades que tienen que ver con la inseguridad crónica, con la insatisfacción que se niega a cicatrizar, con el malestar generalizado. Y puede que tengan remedio. O que haya algún tipo de vendaje que detenga la hemorragia de malas sensaciones. Si te impones conseguir una buena (in)formación general para que no te engañen fácilmente y no te vendan gato por liebre ni te tomen el pelo ni te engañen caudillos con máscara de salvadores; si aprendes bien un oficio que te ilusione (para luchar por ejercerlo, si estás en las listas de víctimas de este mundo infeliz, o para desarrollarlo con todas las consecuencias si eres de los privilegiados) y te adueñas de la seguridad de hacer algo bien sin preocuparte del qué dirán; si sabes crear vínculos que valgan la pena preocupándote por los que se preocupan por ti y sin perder el tiempo con quienes no merecen ni el desdén; si eres capaz de respetar las emociones de los demás cuando son sinceras, aunque te hagan daño, y si te esfuerzas, aunque cueste horrores y errores, expresar tus sentimientos sin engañarte ni engañar a quienes se vean afectados por ellos; si dejas de lamentarte y en lugar de lamerte las heridas las limpias a conciencia y sin miramientos para que se curen al aire libre de la verdad, quizás entonces puedas perder lastre, dejar en fuera de juego tus debilidades (las que quieren inmovilizarte, no las que reclaman coraje) y seguir adelante sin mirar atrás.

Tino Pertierra
Sólo Será un Minuto
La Nueva España

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Autenticidad, mirar con ojos limpios, reconocer los fallos, fijrase en las dificultades de este momento, tener en cuenta a los demás, todo desde desde la valía propia.Catilina

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  2. Si llegamos a conocernos, aceptarnos, querernos,; no juzgamos, ni criticamos, sabemos poner límites, porporcionarnos nuestra felicidad, si no dependemos de los demás, etc.etc., llegaremos a ser personas auténticas, rodeándonos de personas sanas y alejándonos de las tóxicas.
    Pepi se va celebrar la Navidad con su "familia del Teléfono de la Esperanza". Mañana más y mejor. Chao.

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