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lunes, 3 de diciembre de 2012

LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS




Hace unos días encontré en Internet el siguiente experimento que se realizó en Estado Unidos, allá por los años sesenta del siglo pasado. Fue un experimento de psicología social que si lo “reinventamos” para España podemos formularlo de la siguiente manera: abandonamos dos coches en la calle. Deben ser dos coches idénticos (misma marca, modelo y hasta el color). Uno de ellos lo dejamos en un barrio pobre de cualquier ciudad (León, Valladolid, Salamanca, Palencia, Madrid, Barcelona, etc.) y el otro en un barrio rico, de la misma ciudad. ¿Qué ocurrirá? En el experimento se comprobó que al coche aparcado en el barrio pobre, a los pocos días, le rompieron los cristales y le robaron las llantas, la radio, los espejos, etc. En cambio al coche abandonado en el barrio rico no le pasó nada. Muchos pensaréis que esto era lo esperado.

No obstante, los investigadores introdujeron un “pequeño” cambio: al coche aparcado en el barrio rico se le rompió un cristal. ¿Qué ocurrió? Se produjo el mismo efecto que en el barrio pobre: al coche en pocos días le rompieron los cristales y le robaron las llantas, la radio, los espejos, etc.

¿Qué había ocurrido? Los investigadores llegaron a la conclusión que el vandalismo no era producto de la pobreza, sino que el deleito es mayor en las zonas donde el desorden, el descuido o la suciedad es más evidente.

Se formuló así “la teoría de las ventanas rotas”, que aplicada a la situación personal o familiar se podría enunciar así: si en el medio familiar vamos permitiendo pequeños desordenes (malos hábitos alimenticios, faltas de educación, falta de valores, etc.). es decir, si permitimos que “una ventana rota no se repare”, corremos el riesgo que se produzcan mayores desajustes hasta llegar al descontrol total.

La conclusión puede ser esta: si somos permisivos con el desorden, la falta de comunicación, la falta de apego en la familia, etc. no es extraño que “esa ventana rota”, nos conduzca a la infelicidad. Es preciso que seamos tolerantes con las personas que comenten un error pero no con el propio error. Es preciso favorecer un entorno familiar y social donde “cualquier ventana rota” sea arreglada o corregida y de esta forma ayudaremos a construir un mundo “sin ventanas rotas”. Un mundo más feliz.


Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me quedo con esta reflexión: si permitimos que “una ventana rota no se repare”, corremos el riesgo que se produzcan mayores desajustes hasta llegar al descontrol total.
    Gracias

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  2. Me ha gustado. Esta teoría de las ventanas rotas sería muy bueno que la llevásemos grabada para aplicarla. No es lo mismo hacer las cosas de una o de otra forma, no es lo mismo tener interés que no tenerlo, no es lo mismo ir limpio que sucio, no es lo mismo ser cariñoso que hosco, no es le mismo ser atento que impertinente, no es lo mismo cumplir el horario que incumplirlo, no es lo mismo tener la ventana rota que no...Catilina

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  3. No hay como "arreglar nuestras ventanas rotas", unas personas tardaremos más, y otras menos, el caso es ir resolviendo los problemas que se nos presenten en el desarrollo de nuestra vida.
    Pepi "esta arreglando una ventana que se ha destrozado en infinitos pedazos", y para arreglarla está pasando un duelo, y hoy su interior la ha pedido llorar, llorar, llorar......, y no la ha quedado más remedio que aceptarlo, y a la vez reconociendo que este es el camino que tiene que seguir, y que todavía tendrá muchos más días como el presente, hasta la total superación de la perdida.

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  4. Llorar es una buena catarsis, uno/a se libera de los demonios que lleva dentro. Es mejor llorar que explotar,dicen, asique "mi niña" llora y comparte tu dolor, como compartes tu compañía diaria y generosa con todos/as los que visitamos el blog y nos alegramos con encontrarte SIEMPRE en él, mujer comprometida y valiosa. ¡Ánimo! y si tienes alguna ventana rota no te importe, en la variedad está el gusto y además esto sólo pasa en América, en España no hace falta hacer teorías para llegar a la conclusión de que el vandalismo existe tanto en la clase baja como en la alta, sólo que a algunos les damos guante blanco para "favorecer" vaya usted a saber qué teorías o experimentos de psicología social barata.
    No sé si te he animado algo o te he hecho llorar más, en cualquier caso que sepas que te quiero, te adoro y si es necesario, te compro un loro. Un besito, bellísima.

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  5. Como no puedo abrir la ventana de "Responder",lo hago en "Abrir comentario". Desde aquí te doy las gracias, por tu cariño, reconocimiento, compañia, entendimiento. Me parece quien eres. Espero verte en la cena de Navidad. Muchos besos acompañado de un efusivo abrazo.

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